lejano, distante, olvidado
Y aunque no lejano
pero si olvidado.
A su llegada le esperan
los brazos amantes de
unos nuevos padres.
Pero su mirada inquieta
de ojos grandes siempre
escribirán su lejana
y olvidada historia.
De una noche
de un día cualquiera,
de una barca de la orilla
olvidada.
De unos padres
que piden clemencia
y apelan a la ternura de unas
suaves olas que mesan los
sueños de su pequeña princesa.
Ternura de la madre Mar
que a veces, sabe mecer y cantar.
Bajo las estrellas de un atrapa sueños
que brindan los cielos de agosto.
Moisés ha sido el primero
le siguen pequeños heroes
a algunos la mar a reclamado
y otros en las estrellas
se han quedado.
Pero aun hay muchos
finales olvidados por contar
como Princesa a quien la madre
Mar quiso mecer y cantar.