Aunque fue en diciembre, época de bien
el susurro del viento amaino las llamas
que junto al frió invierno quisieron extinguir.
Pero vino enero y resistió el querer.
Quiso nuevamente el viento soplar
y en amistad solo volar.
Pero vino marzo con su cálido abrazo
de primavera y a los amantes el adiós
hizo olvidar.
Mariposas de vivaces colores
que al son de hermosas melodías
dejan el vuelo escapar.
Pero llegara el final de la primavera,
el sol agostara los campos,
el otoño hará caer las hojas.
Y otra vez el frió invierno unido
al destino de un incierto camino
amenazara a los amantes.
Pero ahora es momento de ver
crecer las flores y junto a los
volantines y molinillos
dejar que el viento nos lleve
sin rumbo ni final.