Es maravilloso cuando tú eres yo y yo soy tú.
En el mismo instante en que la luz nos habita
se redime nuestra humanidad de ser,
comprendiendo la fragilidad como un bello
don que nos permite crear y fluir hacia un
maravilloso todo.
Esencia pura que tras las costras de una no
entendida vida apaga su luz, convirtiéndonos
en abismos cada uno a su manera.
Es maravilloso cuando tú eres yo y yo soy tú,
es entonces cuando la fragilidad que nos habita
se convierte en escudo de luz.