Hoy nos traes la pureza en medio de tanta oscuridad.
Bajo un manto blanco damos permiso a la muerte para descansar.
Porque hoy danza la vida y juega la inocencia a que nunca rodo
por las cumbres el dolor.
Los ángeles llevan en el semblante la ingeniosa creación efímera
de un bonachón regordete que hoy ha venido a visitarnos para
regalarnos su sonrisa a cambio de unos ojos de caramelos que
puedan ver tan solo por un instante la luz de un mundo que aun no
ha perdido del todo la esperanza.
Y en las suaves manos del creador encontrar el para qué del caprichoso
existir y comprender que aunque fugaz valió la pena ser.