Siempre es primavera
en la mirada ausente
de unos sutiles labios
que se consumen por
estar presente en otros
cielos de rosas, amapolas
y lirios.
Ardiente primavera
que extraña el sauce
que espera, rodeado
de otoñales paisajes.
Hojas presurosas
que contra el suelo
estampan su pasado
verdor.
Labios apasionados
para quien los posea,
yo en él y él en mi.