sumido en los versos de la soledad
y sin que lo advirtiera comencé a
acompañarte.
Mi alma fue cautiva en el silencio
de la tuya.
Un verso para amarte
y otro para odiarte.
Un verso para hacerte el amor
y otro para olvidarte.
Tras un sauce de ilusiones
mi alma se esconde
para que cuando llore
sean sus verdes hojas las que
te enamoren.
Un verso para llorar
y otro para reír.
Un verso para plasmar la eternidad
y otro para caminar en la realidad.
Pasos, tal vez, equivocados
pero certeros al otro lado
de la ternura.
Y un verso que es un beso
para el alma mía.
Me enamore de tu mirada, día tras día te busque, no entendía bien que pasaba, pero aun así te espere.
ResponderEliminarHoy te ilusiona otra mirada, mi corazón resquebrajándose va, no se lo que durara, pero en silencio te amara.
Teseo