Las reglas hoy siguen siendo las mismas.
Una parte sigue llorando
para que otra tenga que reír.
Hoy los rumores de lluvia
se han hecho presentes
en un tiempo cambiante, inestable
de soledades que se quieren encontrar
y crear un pequeño oasis de frágil primavera.
Frágiles voces de expectante ilusión
que se empañan con la lluvia salada
que rueda por las mejillas de otros tejados.
La felicidad se ensombrece
cuando es forjada desde la tristeza
de otros.
La libertad nos encadena
cuando se adquiere a expensas
de dolor y lagrimas derramadas
por otros.
El amor es un arma de doble filo
cuando no puede ser compartido.