Intento alejar tu recuerdo de mis pupilas vacías
de tiempo sin verte.
Pero el viene galopante recorriendo las calles
de la nostalgia.
A veces, pintado en un cartel, subido en cuatro ruedas,
otras, es el
aroma dulce que ha nacido en tierras no tan lejanas,
el cual, lleva tu nombre.
Es como una ironía intentar alejar tu recuerdo
porque al final siempre vuelve a mi.
En ocasiones alzo la mirada y lo encuentro
esperando a que yo lo vea.
Otras veces, apenas lo roso y el se vuelve
a instalar junto a mi.
Nos hemos convertido en inseparables.
Por la mañana no me hace falta llamarlo, pues,
es el primero en saludarme.
Y por las noches es capaz de fundirse con mis sueños.
En definitiva, intento alejar tu recuerdo pero
el no se aleja de mi.
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