La ciudad hoy esta revuelta
pero no es la revolución del hambre
ni de los hermosos claveles de aquel día.
Es la revolución de don dinero y su circo.
Hoy la bandera que ondea al viento
no es blanca de paz
sino gris de caos y desesperanza,
envuelta en el jolgorio del momento
que durara lo que tarde en llegar
un triunfo y una derrota.
Mezquino final para la humanidad.
donde unos ríen y otros lloran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.