Es el pecho de mi amado
cálido refugio para mis labios
ávidos de deseo.
Son sus manos grandes y firmes
que recorren mi desnudez acampando
en las suaves dunas de mis pechos
prosiguiendo al encuentro de Venus.
En sus labios desatada esta la pasión
y al compás acelerado del corazón
nos hacemos uno con el mundo.
Cálido vergel donde emana leche y miel
donde el único opresor es su cuerpo contra el mio.
Guerra librada que alegra el rostro y embellece el alma
cuyas bombas no son el estallido que mata sino
éxtasis sublime de amar a quien te ama.
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