Traía sueños envueltos en sobres
de ilusión, de aquellos que jamas serán
devueltos, pues los necesita el corazón.
Alumbraba su camino la luz de su mirada
tan puro y sencillo parecía su paso, que ella
le amó desde antes de su nombre.
Y en postales de ternura guardados
los más dulces momentos, sellados
por el misterio del querer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.