Entonces, vino el viento y agito
los recuerdos dormidos.
Entonces, vino la lluvia y dio
vida a la reseca tierra.
Florecieron en la nostalgia los
momentos raídos que en un
suspiro vieron la señal de escapar.
Entonces vino el querer de cielos
lejanos que golpeando en el silencio
hizo al sauce llorar.
Elevame viento en tus brazos fornidos
de huracán, llévame allí donde nunca más
los pasos han podido volver, llévame al mar.
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