EL REGALO DE MAMÁ..

Manecitas pequeñas, manecitas perfectas
con sus cinco deditos y su carita de luna.

Piececitos inquietos que en aquella mañana
parecían correr tras el reloj de la vida.

Cuerpecito tan frágil de mirada curiosa,
que al llegar la alborada alumbraron mi haber.

Dulce hermosa, mía, deja que en mi regazo
aun se mezan los sueños que trae la aurora.

Porque aunque el tiempo corra, tú seguirás tiernamente
guardada en mi vientre  para llenarte de besos y ser
los brazos a los que siempre puedas volver cuando tu
paso cansado busque refugio y consuelo.

Y cuando lleguen los años en que solo un recuerdo te
hable de lo que fui, debes tener la certeza que tú siempre
estarás en mi y yo en ti.

Manecitas perfectas, cinco deditos en cada, la criatura
mas hermosa que alumbro mi camino, justo aquella mañana
en que me enamore de la vida.