No cabe duda que me miras con los ojos
de aquel Dios griego que aunque el
Olimpo habitó siempre estuvo entre la
mortal belleza de las cosas simples
y en tu sentir ha traspasado las fronteras
del tiempo.
Hoy lleva el nombre mas hermoso que
mis labios pueden pronunciar y aunque
su origen no es griego su dulzura embelesa
a doncellas, princesas, reinas y a una simple
plebeya que desde una mortal estancia sueña
con ser parte de su divino existir.
Paladín de las musas, sol y luz de la verdad
con tu lira armonizas la belleza y la maldad.
No cabe duda que me miras con los ojos de
aquel Dios.
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