Ella siempre me ronda aunque nunca de mis fuerzas
ha hecho su voluntad.
Ella siempre esta al asecho rosando mis mejillas,
queriendo hundirme en el abismo y aunque en algún
momento he probado caer en sus brazos ha sido la vida
quien ha tirado de mi.
Pero ella siempre esta atenta a cada paso en falso y me
ofrece cobijo bajo ese manto turbio del que tal vez un día
ya no podre salir.
En los días de dicha olvido su presencia pero en la tormenta
es mas clara su existencia, cohabita en mi tristeza, en mis
miedos, en la confusión de mi soledad.
Ella nunca se ira pero tal vez aprendamos a convivir, ella
transformada y yo convencida que siempre hay una salida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.