Se llama hacer el amor cuando dos
personas o más tienen el firme
propósito de cambiar el mundo,
con pequeños movimientos a los
que poco a poco se suman más y más.
Convirtiéndose en la pasión
que se desliza por los recovecos
de la conciencia hasta alcanzar
el más alto punto de humanidad.
Entonces es la lluvia de besos y caricias
que anima a los corazones a latir por
un mismo propósito, encontrando un
sin fin de verdaderas razones por las
que seguir haciendo el amor.
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