SER...

Entre no ser y haber sido, es mejor ser.

Ser tiempo, ser vida, ser felicidad,
y hasta un efímero momento en el universo.

Ser lluvia nostálgica por el ahora del silencio.

Ser otoño que se desliza suavemente por un recuerdo.

Ser primavera en un día gris.

Ser ciertos en cada instante de vida.

Ser, entre haber sido y no ser.

Todo es lo que debe ser no hay momentos a medias.
Lo importante es el ahora.

LOS ENCUENTROS DE UNA VIDA...

Los encuentros de una vida.

Unos saben a mentira, otros a dolorosa despedida.

Hay los que endulzan una esquina que no sabias que existia.

Y los que cruzando van la calle para cogerte de la mano.

Los que llegan desde lejos y sabes que no se quedarán.

Los que caminan a tu lado pero que no siempre estarán.

Hay los encuentros de una vida de esos que crees que son por casualidad,
reescribiendo toda tu historia también se van sin más.

Unos son tan deseados que la espera no se puede contener ni siquiera entre seis letras.

Y de otros solo quieres que sus pasos vuelvan atrás.

Pero a todos sin medida has dado la bienvenida, efímeros, espontáneos, locos,
fugaces, verdaderos, únicos, maravillosos, son los encuentros de una vida.

YA NO VOLVEREMOS...

Ya no volveremos a ser materia,
solo revoloteo de blancas mariposas que tras
la crisálida han dejado su vana existencia de
oscuras orugas.

Ya no volveremos arrastrando los pasos por
granulosos caminos que hieren el vientre,
solo cuerpos etéreos danzando
al viento.

Ya no volveremos a ser tiempo,
solo vida que renace en cada vuelta
de pagina, en cada soplo de
efímera existencia.

AHORA QUE HABITAS EL VIENTO

Ahora que eres solo poesía y perteneces
al mundo intangible de las ideas.

Ahora que habitas el viento y en el mar
desemboca tu aliento.

Ahora que no eres mas que un bello eco
que revolotea el mundo y a veces el mio.

Ahora que solo eres esencia y virtud
besan mis labios tu boca de metáfora e infinito.

AUNQUE USTED NO LO SEPA...

Aunque usted no lo sepa se ha convertido
en el ladrón de mis sonrisas.

Aunque usted no lo advierta mis mañanas
otoñales llevan color de primavera,
olor a tierra honesta, brotes de ternura,
dulces mariposas cuyos labios siempre
aguardan frescas sonrisas.

Aunque usted no lo vea es el duende
que alegra mi jardín sin hora de llegada
y tampoco de partida.

Aunque usted no lo sepa.