Sabes que eres el único que puede
jugar este juego.
Y yo vengo a ti desnuda y al descubierto
con el único atuendo que me otorga el amor.
Si me has de cubrir tu también con tu manto de amor,
solo te pediré que no dañes a mi corazón.
Porque es cuando se ama que los muros caen
dejando al descubierto lo frágil y vulnerable de amar.
Y como antes y como ahora y como siempre,
vivirás en mi silencio, habitaras en mi esperanza.
Y en cada amanecer y en cada atardecer,
soñare con tu regreso hasta que te vuelva a ver.
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