Desde aquella tarde no he podido encontrar
las palabras exactas que describan lo que he
vuelto a sentir.
Tal vez, tu ya me lo decías sin decir, que seria
un breve momento en el tiempo, fugaz,
casi imperceptible a los minutos y las horas
que marcan un tiempo que no es ni el tuyo ni el mio.
Porque nuestro tiempo es eterno, sin prisas, ni rutinas,
ni fecha de caducidad.
Al que podemos escapar en cada momento y lugar,
sin miradas inquisidoras, ni sentimientos de culpa.
Un tiempo mas allá del tiempo donde podemos ser
solo tú y solo yo.
Te Amo...
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