Una mujer solitaria
que guarda en sus entrañas
pasión y dolor.
Busca consuelo en el
recuerdo de un amor efímero
que jamas vio la luz del sol.
Y sus días se van marchitando,
ahogando en el silencio
de un suspiro el anhelo de un
amor nunca hallado.
Solo tiene el consuelo de
dos pequeñas lucesitas
que avivaron la llama
de un pasado, tal vez,
feliz.
Hoy se apaga lentamente
el fuego que avivo en sus entrañas
y que un día desbordo en su
lecho de ensueños.
Y piensa que es mejor así
porque la lava incandescente
puede matar a mucha gente.
Y prefiere morir ella y sus anhelos
en un día gris.
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