viernes, 27 de febrero de 2015

INGRAVIDEZ


Sepultar mi alma quiero
bajo las benditas aguas 
del olvido.

Y en su ingravidez flotar
como quien no tiene donde
desembocar.

Solo ir a la deriva quiero
empujada por el viento.

Alimentada por la lluvia que
nunca es dulce cuando cae 
por mi cuerpo.

Y fundir mi alma quiero
bajo la bendita sal
que cura las heridas 
y sazona las tristezas.

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