Ven, coge mi mano, amor mio
vamos a olvidar las miserias
del mundo por un segundo.
Vamos a creer
en la Natividad del mundo
como una gran nación
sin fronteras a la paz.
Vamos a repartir
no nuestros bienes,
sino los bienes del mundo
con igualdad y equidad.
Vamos a ser gobernantes
de nuestros propios pasos
y no ha dejar que otros
lideren nuestro destino.
Vamos a volver
al trueque y al cambalache
cuya única moneda de cambio
sea la gratitud y la honestidad.
Y vamos a juzgar severamente
a la pasividad y la indiferencia.
El cáncer de la nueva era
que convierte al hombre en esquizoide.
Ven, coge mi mano, amor mio
y vamos a creer en la Natividad
del mundo por un segundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.