Sigamos jugando a querernos
volemos hacia el amor,
vistamos de ternura
y demos la bienvenida al sol.
Pintemos de colores el gris
de nuestros cielos y limpiemos
de nuestras mejillas la sal que
no ha de alimentar.
Regalemos cada día
las suaves notas del querer
y en cada verso acompasado
dediquémonos un nuevo amanecer.
Tu vendrás algún día
yo te esperare algún otro
y de tanto en tanto descubriremos
el verdadero juego del querer.
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