Humedece el alma al caer la noche
y de la luna en ganas cae la estela plateada
sobre el horizonte que alumbrando va el camino
de mi desvelo.
Busco al único habitante que desde las alturas
mira enardecido mis ganas y las suyas de acabar
envueltos en el sudor perlado que emanando va
desde los confines de los locos mundos habitados
de sueños y sus soñadores.
Emprendamos juntos el vuelo mas hermoso
pero sin retorno a esta tierra impía, seca y devastada
por la soledad de un sol mezquino que no sabe amar.
Fecundemos juntos una nueva era
donde fluya leche y miel,
donde el horizonte sea mas que
una linea horizontal.
Y del fruto que siembra la espera
a la vera de mi amado recogeré.
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