Mi pequeño y gran secreto
eres tu.
Repaso nuestras conversaciones
una y otra vez en tu ausencia.
He comenzado a extrañarte
cuando no estas y ha tener
pequeños infartos de alegría
cuando te veo aparecer.
Me resisto a la intención de buscarte
pero sin que lo advierta siquiera
me descubro mirando
tus ojos, tus labios.
Y deseando que una palabra
tan solo,
cruce el umbral del silencio