Ayer una mujer se creía embarazada
del amor y después de la noche se
acallaron los latidos que en su vientre
se gestaban.
Ayer aun cabalgaba la esperanza
y después de la noche solo camina
a hurtadillas para no despertar la espera.
Ayer jugaba la inocencia de la mano
de la confianza por las calles de arena y libertad
después de la noche solo crecen bancos
de arena que enlodando la sencillez
hipotecan los sueños.
Ayer fue hoy también fue mañana.
después de la noche quien sabrá...
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