Y a la misma hora como cuando todo existía
dejando huellas invisibles va entre lineas de
tiempo que hoy tampoco tocaran sus labios.
Y si pudieras decirle al oído cuanto extraño
sus melodías y la dulzura de saber sus días
en los míos.
Y si pudieras detener el tiempo justo ahora
y dejar que su paso encuentre al mio.
Dí a la niebla que solo pase por su haber
pero que no se lo lleve con ella.
Dí a la lluvia que refresque su cariño pero
que no inunde la esperanza.
Dí al fuego que consuma la tristeza pero
no el amor que lleva la grandeza.
Y dí al cielo que me devuelva sus ojos
porque son el mar para los míos de tierra.
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