miércoles, 24 de febrero de 2016

MUY POQUITO A POCO...


Moviendo las caderas al bello 
compás del amor fue penetrando
muy poquito a poco en mi corazón.

Al fueguito lento de las caricias fuimos
sucumbiendo y en un vaivén de ganas se
fue meciendo el atardecer.

La luna fue testigo una y otra vez de la 
pasión derramada cuando su boquita buscaba
 mis labios para beber de ellos el divino
 néctar que solo su rose sabia extraer.

Y el amanecer nos fue sorprendiendo 
con el sexo en las ganas y el ardor en 
la cama.

Tus huellas en mi piel aun se dejan ver
como la luz que ilumina cuando te veo 
llegar y todo vuelve a empezar.

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