miércoles, 9 de septiembre de 2015

INTERLUDIOS DE UNA VIDA


Que renazcan las flores
Que ebulla la sangre
Que se alteren los ríos
de mi conciencia.

Que cuando venga el otoño
con sus hermosos dorados
se regocije mi alma como 
la de los niños.

Que se mesan mis días en su 
frágil caída como aquellas
hojas que dieron sombra y cobijo
y sujetas al árbol vieron sueños
cumplidos.

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