No siempre el chocolate fue dulce
aunque siempre endulzo lo amargo.
Los dioses lo usaron antes que la
tristeza.
Los sacrificados encontraron en el
la calma.
Hoy se cuece a fuego lento en una
olla de barro para que toda su esencia
no se muera en el metal.
Hoy se funde con muchos elementos más
y pareciera que por veces ha perdido lo
esencial.
Pero sigue siendo el aliciente que endulza
el alma cuando tu no estas.
Recreados en días de chocolate van los
recuerdos sin mas.
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