martes, 23 de julio de 2013

TU PRESENCIA, MI REGALO


Cual mariposa extraviada 
se colo por mi puerta.
Revoloteando 
por todos los rincones 
dio luz y alegría.
Con la mirada le acaricie 
y mis labios desearon 
robar el néctar de los suyos.
En algunos momentos 
se poso en mis manos 
y en otros, 
volamos acompasados 
a la misma altura.
Duro toda la eternidad, 
en que puede vivir una mariposa.
Dejando cada rincón de recuerdo
 impregnado en el aroma de su ausencia.
Volverás, 
es lo que ha escrito el silencio, 
mientras un beso a cada mejilla 
el adiós regalaba.



El hoy, ha sido un regalo, el hermoso regalo de tu presencia.
El mañana, quien lo sabe, pregúntale a la mariposa. 


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